Intentas esconderte en todo lo que
tienes que hacer, pero lo que sientes está ahí, dentro de ti aunque
no quieras saberlo porque te hace derramar lágrimas. Escondes lo más
fuerte para que no se interponga en ese camino donde tienes que estar
al pie del cañón. Pero un día recuerdas los momentos que has
pasado y todos los que echas de menos y te das cuenta de que después
de tus errores ha valido la pena perdonarse y luchar por ser cada vez
mejor, entiendes que ha sido una guerra ganada porque has aprendido a
querer, a quererte. Entiendes que cuando se aleja, tú, no eres más que alguien
que sigue un camino porque con ella todo tiene otro sentido. Un día
llegas a casa y ves que nada es como antes que el tiempo pasa y tu
vida junto a él, escuchas tu corazón y sientes, sientes,
sientes, sientes...y eso nunca desaparece.
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